viernes, 5 de mayo de 2017

lo negro




Lo negro

Lo negro es el hilo conductor que establece un diálogo entre las obras de Sergio Gutman y Victor Alvarado, artistas de distintas generaciones que exploran el concepto no desde su composición cromática, sino desde sus posibilidades pictóricas y simbólicas. Para Gutman, lo negro es el vacío que sugieren las formas en sus obras, ya sea el pedazo de hule clavado en la madera, o el relieve creado en encáustica sobre el lienzo; es la ilusión de un hueco en la obra bidimensional y la consecuente pregunta sobre los límites físicos de la pintura. Por su parte, Alvarado hace un análisis sobre el aspecto efímero de la obra negra en una construcción arquitectónica, la cual entiende como un no lugar, un espacio que es más bien un estado transitorio, cuyo fin es la ausencia, pues su inevitable destino es la desaparición.

No solo es lo negro lo que entrelaza la obra de estos dos artistas: es la construcción y la materialidad de sus piezas; es el juego visual que logran aprovechando el espacio expositivo y la manera en que esto involucra la corporalidad del espectador en la apreciación de la obra; pero principalmente es el interés por explorar los límites, las problemáticas y las posibilidades de bidimensionalidad en la pintura a la hora de utilizar el ensamblaje como recurso formal. Influenciado por el constructivismo, particularmente por la obra de Joaquín Torres García, los ensamblajes de Sergio Gutman, responden a un interés particular por entender y hacer evidente su estructura y funcionalidad. A través del conocimiento de los materiales y de los principios físicos y lógicos que estructuran la obra, crea un lenguaje visual que busca la coherencia y la armonía. Además de las telas y ensamblajes de Gutman en las que explora lo negro como un espacio vacío, la obra de piso “Sin título”, se presenta a modo de negativo de su propia investigación pictórica, llevando más allá la idea de la forma vs contraforma, haciendo del negro esta vez el espacio lleno.

La obra de Victor Alvarado utiliza formas y lenguajes visuales que remiten a la estructura de los edificios en construcción. A través de ensamblajes, instalaciones y gráficos establece un diálogo entre las tres arquitecturas de la galería: la ruina, la arquitectura colonial y la arquitectura moderna. A modo de maqueta, sus instalaciones sugieren un juego de escala que hace visibles los estados de una construcción que terminaran siendo invisibles, haciendo evidente lo no evidente de la arquitectura. Asimismo, a modo de siluetas negras, busca visibilizar la figura ausente e ignorada del albañil, el habitante de ese no lugar que es la obra negra. Los ensamblajes de Victor Alvarado son creados con maderas de cimbra procedentes de desechos constructivos, y su creación formal atiende más a problemas de la pintura que de la escultura, mostrando y expandiendo los limites tanto de la una como de la otra y proponiendo un lenguaje en el que este límite se desvanece para dar lugar a una obra rica en recursos formales.

En el marco del nuevo programa de Exposiciones de la ENPEG, La Esmeralda 2017, bajo convenio de colaboración con la Universidad del Claustro de Sor Juana, la exposición Lo negro continua el ciclo de exposiciones en formato 2, que busca establecer diálogos entre las prácticas artísticas de artistas de distintas generaciones.

Andrea Bustillos Duhart
Mayo, 2017

Fotografía: Eduardo Romero, UCSJ







































Sergio Gutman, Ciudad de México 1960. Estudió fotografía en la School of Visual Arts de Nueva York, 1982-1984. Posteriormente se traslada a vivir a Barcelona  donde toma varios talleres de arte, entre 1986, 1988, con importantes maestros catalanes como Federic Amat, Rafols Casamada, Ginovart y otros. Asistió regularmente a las sesiones de dibujo del conocido Circle Artistic de Sant Lluc, que le permitió establecer contacto con artistas relacionados al Taller de Torres Garcia, maestro constructiva uruguayo, quien tendrá gran influencia en su formación como artista. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en México, Estados Unidos, España, Francia, Colombia y Argentina. Destacan de manera individual, Structure as Theme en 2002 y Magic Squares en 2011, en la galería Cecilia de Torres en Nueva York, EU. Circulo Cuadrado en 2006, en el Centro Cultural Recoleta de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Cuatro Cilindros, en 2004 en el Museo del Chopo, Ciudad de México, entre otras. Colectivamente, participó en Une Conquéte de l ́Art de Amérique Latine, en el Espace Bellevue, de Biarritz, Francia. También ha participado en diversas ferias internacionales de arte, como, Arco’ 05, Madrid, España, año en que México fue el país invitado, y otras como, Arteamericas, 2008 y 2009, en el Convention Center de la ciudad de Miami, EU; y Art’Bo’08 en Bogotá, Colombia; Pinta’09, Feria de Arte Latinoamericano en Nueva York, EU. Su obra forma parte de colecciones privadas y fundaciones como la Fundación Alon, de Buenos Aires, Argentina, la Fundación Daniela Chappard de Caracas, Venezuela, las colecciones de Jean Cherqui, Paris, Francia, Emilio Pacheco y Harriet Rabinowitz, de Miami, EU. Recientemente fue invitado al Proyecto Milenio, organizado por el periódico del mismo nombre, en la ciudad de México. Partiendo de los principios del Constuctivismo, ha intentado hacer una interpretación contemporánea de este importante movimiento artístico al que considera como universal y de cierta manera atemporal.

Victor Alvarado, ciudad de México, 1995. Radicó cinco años en C.D Madero, Tamaulipas. Comenzó sus estudios en Diseño Industrial en la UAM-Xochimilco, actualmente cursa la Lic. en Artes Visuales en la ENPEG, “La Esmeralda”. Cuenta con los diplomados de nivel básico e intermedio en Poliformas Plásticas, para manejo de moldes, resinas y plásticos, 2011. Cuenta con 3 cursos con valor curricular, con la artista Francesca Dalla Benetta: Escultura y modelado, 2012, Medios alternativos para la escultura y aplicación de pintura en piezas tridimensionales, 2012. Curso de prostéticos y caracterización, 2014. Con el artista Mauricio Sáenz, completó un curso para asesorías en proyectos artísticos 2013. Fue asistente de montaje de exposiciones en el Espacio Cultural Metropolitano, Tampico, 2013. Ha participado en colectivos artísticos en Ciudad Madero, como “Juventud en Éxtasis” (2011-2013), y en la CDMX, en el Colectivo “Esteparios”, UAM-Xochimilco, enfocado al arte como medio de diálogo entre la comunidad universitaria, aplicando lenguajes de Diseño y Arte. Ha expuesto en la ENPEG “La Esmeralda” en las muestras académicas en Diciembre del 2015, en junio del 2016, y en diciembre de 2016. Participó en el proyecto performático “¡Quiero ser el artista!” en 2016, en la ENPEG, La Esmeralda. En sus ejes temáticos, aborda las problemáticas sociales y humanas que conllevan la arquitectura, el diseño y el urbanismo, en un contexto contemporáneo inmediato, partiendo desde la materialidad de sus piezas y con el interés de involucrar al usuario desde su corporalidad con la espacialidad de las mismas; en su obra más experimental aborda la configuración del habitus en los entes sociales y la manera en que los mismos pueden reconfigurarlo para adaptarse al medio social, haciendo una alegoría a la reconfiguración de la materialidad del cuerpo y su constante estado de transición o cambio. 

martes, 7 de marzo de 2017

memoria devastada



Memoria devastada

Cecilia Hurtado y Miriam Salado han sido convocadas para reunir obra selecta de su producción reciente en Memoria devastada. Si bien responden a ejes temáticos bastante diferenciados, la muestra se articula con base a las coincidencias que caracterizan sus procesos de trabajo. Uno de ellos corresponde a la tarea de recuperar materiales, en el caso de Salado, e imágenes, en el caso de Hurtado. A partir de esa decisión, cada artista elige ciertos elementos de una masa crítica, para reinterpretarlos y devolverlos al mundo como una obra de arte con nuevos significados en espera de ser descubiertos.

En cada obra es importante considerar el estado original de los materiales utilizados, condición que enriquece las búsquedas formales de las artistas al integrarlas a sus resoluciones plásticas. Se aprovecha el desgaste al cual han sido sometidos tales elementos para enfatizar su explotación y posterior abandono. A través de la representación son transformados y esto hace posible otorgarles un nuevo sentido.

De Miriam Salado se presentan dos instalaciones y una selección de dibujos que dan cuenta de sus exploraciones en el desierto de Sonora dedicadas a recuperar índices del impacto que las poblaciones urbanas y semirurales tienen en aquel ecosistema. Sustraídos de su hábitat las especies son explotadas, es el caso del palo fierro (Olneya tesota), sus despojos son abandonados y luego recuperados por la artista. El resultado son instalaciones a partir de unidades escultóricas acumuladas que la depredación de las especies y recursos naturales experimentan sin cesar. Sus restos son condensados en el espacio y se presentan como evidencia de un acto de explotación, pero también cual materia prima de una transformación simbólica.

La serie de dibujos son apuntes del natural, casi ilustración científica, de huesos animales expuestos a la acción de los elementos. Algunos de ellos parecen herramientas primitivas con acabados rudimentarios. La capacidad humana para extraer valor de la naturaleza rodea cada una de sus obras, como si se tratara de un fantasma incapaz de conjurarse. 

De Cecilia Hurtado se han elegido piezas provenientes de series diversas: Estado íntimoMemoria de la guerra y Origen – La identidad el otro. Estado íntimo está conformado por dípticos que compaginan una fotografía realizada por la artista y otra proveniente de un archivo policiaco, de la Caroline Simpson Library & Research Collection de los Museos Vivientes de Sidney, la cual es de acceso público. La diferencia entre los formatos, la yuxtaposición de temporalidades, los tonos apagados de las imágenes contemporáneas se complementan con el aspecto deslustrado de las que provienen del archivo.

Un documento histórico también es testimonio de perversión. Szondi Natural se ocupa de señalarlo. En 1935 el psiquiatra húngaro Léopold Szondi creó la prueba de personalidad proyectiva no verbal que llevaría su nombre y se basaba en 48 retratos fotográficos de pacientes psiquiátricos. En la reinterpretación de Hurtado, una proyección craneal ha sido yuxtapuesta a 20 de estos rostros que terminan por revelar el carácter tétrico de la prueba y sus intenciones. Empleando la técnica histórica del ambrotipo, las tensiones inherentes a esas imágenes del pasado carcelario de la ciencia psiquiátrica se magnifican, nutren a la fotografía en su carácter doble de tecnología de lo visual y sistema de representación visual.

Además, para esta muestra, Hurtado ha realizado una obra en video. Se trata de manipulaciones con bases en fotografías provenientes de archivos institucionales los cuales documentaron los trabajos de ensamblaje y recolocación de la victoria alada en el Monumento a la Independencia, que concluyeron en 1958 y que debió ser sustituida tras su caída durante el sismo de 1957. El video es fruto de la colaboración con la compositora e intérprete Abigail Vázquez y contó con la realización en video de Eduardo Aguinaga.

Irving Domínguez
Febrero 2017

Fotografías: Eduardo Romero UCSJ






































Cecilia Hurtado, Ciudad de México, 1973. Estudió fotografía en la Escuela Superior de Fotografía Grisart, Barcelona, España, 1998-2000, en los Talleres Creativos del Centro de la Imagen, CDMX, 1995-98, y en el Instituto Cultural Cabañas en Guad. Jalisco, 1990-92. Ha realizado más de 20 exposiciones colectivas y 10 individuales, en México, Estados Unidos, España, Inglaterra, Italia y Filipinas. Destacan de manera individual: La Sombra del fantasma en el Ex. Convento del Carmen, Guadalajara, Jal., y Galería Libertad en Querétaro, Qro., 2016. Coleccionista de secretos, Museo-Taller Clemente Orozco, Guadalajara, Jal., 2011. Desvanecer lo lejano, Museo de Arte de Zapopan, Guadalajara, Jal. y Alianza Francesa en CDMX, 2009, Exposición 1840-2040, Instituto Cultural Cabañas, Guadalajara, Jal., 2003 y Memoria del olvido, Galería Arte i Recerca 491, Barcelona, España, 2001. Colectivamente ha participado en: The Cass, Metropolitan University of London, Family Dom, Studio Marangoni, Florencia, Italia y en el Proyecto Memoria, laboratorio procesual, Estudio 71, Arte Contemporáneo, Sinagoga Histórica, CDMX, 2014. The Fourth Annual Zine and Self-Published, The Camera Club of New York, Photo Book Fair. NY, EUA, 2013. Conectados, Ayala Museum, Manila, Filipinas, 2012. II Feria Internacional de Libros de Artista, Centro de la Imagen, CDMX, 2011. Dentro de sus premios y reconocimientos, se encuentran: Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, FONCA, CONACULTA, 2012-2015; Programa Proyecta-Producción 2016 y Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Jalisco, 2009-2010; Creadores con Trayectoria, 2007-08 y Programa de Fomento y Coinversiones Culturales, Jóvenes Creadores, FONCA, CONACULTA, 2005-06. También recibió distinciones en Premio Omnilife, Salón de Octubre 1998, Guadalajara, Jal., Premios Rei Jaume Artes Plásticas 2007, Mallorca, España; Sexta Bienal de Fotografía, Universidad Ibero Puebla de los Ángeles y Concurso Internacional de Fotografía y Estampa Digital FINI. El hilo conductor de los diversos usos del lenguaje fotográfico que utiliza en su obra, es una búsqueda constante en la relación de la imagen y el interés por entender el tiempo, la pérdida y la ausencia, la identidad y la memoria; en conjunto con el juego estético de las relaciones ocultas que existen entre una obra y el espectador. Emma Cecilia García Krinsky.

Miriam Salado, Hermosillo, Sonora, 1987. Cursó estudios de Artes Plásticas en la Universidad de Sonora y en la Escuela Nacional de Artes Plásticas ENAP-UNAM, México D.F. 2006-2011. Formó parte del Programa de Arte: Estrategias y procesos de producción en el arte contemporáneo 2015. Cuenta con dos exposiciones individuales en Hermosillo, Sonora; Detritos. Vestigios de la arena, en Museo de Arte de Sonora 2016 y El Cártel de los Pesados en el Instituto Sonorense de Cultura 2013. Colectivamente ha expuesto en la Ciudad de México, D.F.; Salón Acme No.4., 2016, Puebla; Creación en movimiento, San Pedro Museo de Arte 2014, Culiacán, Sinaloa; El tiempo y el espacio, Galería Frida Kahlo 2016, Tijuana, Baja California; Condiciones del entorno, Galería de la Ciudad 2015, Hermosillo, Sonora; Sentido y descordura, Museo de Arte de Sonora 2016, entre otras. Obtuvo el premio de adquisición en el Concurso Estatal de Fotografía 2015 y en la 8ª. Bienal de Artes Visuales de Sonora 2012. Mención honorífica en la 13ª. Bienal de Artes Visuales del Noroeste en Culiacán Sinaloa 2011. Becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora FECAS 2012-2013 y Fondo Nacional para la Cultura y las Artes FONCA 2013-2014. Actualmente vive y trabaja en Hermosillo, Sonora. Desde el 2015 comenzó con una serie de búsquedas en las cuales su principal interés consistió en indagar sobre las actividades del hombre en la naturaleza, realizando una especie de ejercicio arqueológico de rastros de vida en el desierto. Esto la llevó a trabajar con diversos materiales encontrados, como huesos, madera Palo Fierro y tierra, para la realización de su obra. Todos, elementos relacionados con el territorio de Sonora, su lugar de origen. Con clima seco, escasez de agua y sobre explotación de los recursos. Estos, se convertirían en los temas evocados en sus instalaciones y dibujos, de diversos materiales y formatos.